viernes, 23 de marzo de 2012

El rostro rescatado

He encontrado en la golfa de casa de mis tíos un cuadro al óleo que representa un indio guaraní. Me ha sorprendido su trazado, la energía con que está pintado, el rostro grave, la tristeza de sus ojos, su boca ancha y labios finos, su deforme hombro, los vivos colores atemperados por el paso del tiempo transcurrido en esta buhardilla. Cubierto de telarañas, ácaros, dañado por las entradas de luz que quemaban el aceite de la pintura, lo recogí de entre el suelo y la pared, donde estaba apoyado, le saqué el grueso de polvo que ennegrecía la tela y lo contemple con nuevos ojos y con una cierta pena.

Estaba tirado, abandonado, oculto entre otros trastos amontonados en aquella amplía estancia, al amparo de las humedades, las sequías y los rigores meteorológicos.

Lo he recogido con devoción, y he intentado salvarlo. Rescatarlo. No sé si será valioso o no, si su autor es conocido o no. Solo he querido sacarlo de allí y dignificar este retrato, colocándolo en una habitación, nueva y convencional. Aséptica y aburrida.

Con ello, a mi manera, he pretendido salvar del olvido a una cultura a punto de quedar abandonada en las golfas de la actual civilización.

Hubo un momento en que el resignado y triste retratado me ha dado la sensación de que me agradecía lo que estaba haciendo por él. Incluso me ha parecido observar cómo me sonreía, dándome las gracias de sacarlo de aquella lúgubre habitación y ubicarlo en el funcional y luminoso estudio donde trabajo.

viernes, 17 de febrero de 2012

Piratas de río


El blogger de "Piratas a bordo", hace una referencia a nuesto blog "mar guarani", en relación con un post que habla de los Piratas de río.
Os paso la url por si quereis enlazar con él:
Interesante comentario, de los otros piratas, los que no navegan por el mar salada, sino por las fangosas aguas de los grandes ríos que son manantial de mar.

Antes desde aquel blog ya habían realizado un comentario sobre Piratas en Paraguay, cuando el asalto a una barcaza cargada de grano de sojo en el puerto paraguayo de Ytororö

miércoles, 15 de febrero de 2012

El miedo al mar salado


El mar guaraní es la imagen viva del río mítico que devino en mar.

Según, la etnóloga Irma Ruiz, cuando analiza la cosmología guaraní, comprueba que la palabra Paraguay - el "paráry ju" y "paray" de los chiripá y paĩ, de los mbyá de Paraguay y Argentina respectivamente- designa el concepto «mar». O mejor, la transformación de este río en mar o “manantial de mar”. Ya Antonio Ruiz de Montoya, en 1639, dedujo, y así lo tradujo al español, que "pará" significa exclusivamente mar, de allí que traduzca "paraguaçú", como mar grande, expresión cuyo adjetivo ya dice de por sí mucho más.

La cosmología guaraní nos descubre que "para" no se trata solo del uso de «mar» simplemente como una gran extensión de agua, sino como el lugar o medio de tránsito para acceder al Paraíso perdido (la Tierra sin Mal). Y es aquí donde parece que el mar juega un papel tan importante en un pueblo que vive en lo más remoto del continente y cuyo carácter es de naturaleza mediterráneo.

Hay leyendas que cuentan que cuando los guaraní, efectivamente, tras su gran peregrinación por las selvas y ciénagas interiores del continente sudamericano, llegaron al mar, después de siglos de lento y largo viaje interior, se atemorecieron. La impresión de las olas rompientes, que parecen arremeter constantemente contra la tierra, les resultó siniestra y aterradora: creían encontrarse ante el fin del mundo.

Aún hoy, los guaraní mbyá del litoral del Brasil temen al mar y no aprovechan sus playas, lo cual contrasta con su costumbre de nadar, divertirse e higienizarse a diario en los arroyos y ríos que surcan la selva del interior.

El mar salada, con su constante oleaje contra la costa, el violento viento, la inmensidad del horizonte, las corrientes contra las playas, contra las mismas aguas del río en el gran estuario «obstaculizaba la marcha» a los guaraní hacia el Paraíso, situado, según sus leyendas, en Oriente. Pero esta misma dificultad cósmica «garantizaba que el ‘más allá’ existía».

Imaginemos la escena que nos cuenta Irma Ruiz. “Llegar al litoral atlántico significa (para los componentes de la gran emigración guaraní) efectuar una comprobación importante: es el lugar donde a sus ojos termina la tierra, y comienza un “agua grande”, como dicen sus tradiciones, es decir, el camino o la puerta que los ha de conducir al Paraíso. Pero al comprobar esta espantosa y cruel realidad del mar, para sus ojos y experiencias cotidianas de seres de tierra adentro y de aguas fluviales, huyen”.

Pero a pesar del pavor experimentado y de la huida, reconocen que es un lugar encantado, un preámbulo imprescindible y necesario para acceder al Paraíso. Y además, comprueban que el agua que reina en esta inmensidad líquida no es dulce, sino que se ha transformado en una inmensa agua contaminada, dominada por la sal.

La sal es materia tabú en la cosmología mágica guaraní. Está prohibido su uso en ceremonias mágicas y religiosas, por lo que les hace pensar que el "para" -el mar- es el auténtico territorio
mágico, reservado a los iniciados. El espacio cósmico solo apto para los elegidos, que pueden llegar al segundo ámbito -cielo- de su cosmos.

Esto nos hace comprender por qué los primitivos guaraní incluyesen obsesivamente el elemento mar en su cosmología. Tal vez porque los tupi y guaranís ocuparon en un tiempo legendario la costa atlántica americana y ésto quedó en el recuerdo, generación tras generación, a pesar de convertirse en un pueblo errante en medio de las verdes selvas y ciénagas sudamericanas. Y esta idea del eterno retorno, marcó toda su mitología y espiritualidad.

foto: conplumaypapel

martes, 14 de febrero de 2012

Un blog que recomiendo


Quiero desde "mar guaraní" recomendaros un blog que acabo de descubrir en el fascinante mundo de la "blogosfera".
Se titula "piratas a bordo" y lo firma un tal L'O y sus intenciones son, como dice en su cabecera de presentación: "En tiempos de zozobra, los piratas están a bordo de nuestro barco. Con este blog queremos contribuir a conocerlos mejor. Ya lo dijo un sabio: "conocer es entender". Conocer "piratas a bordo", será un primer paso para conocerles mejor".
Habla de mares, océanos abiertos, piratas, aventureros. El otro día tocó el tema de"Piratas en Paraguay". Por que en el mar guaraní, también hay piratas, como en todos los mares. Interesantes, realmente, los escritos en aquel blog.
Si quereis curiosear, su url es: http://piratasabordo.blogspot.com/view/magazine

El maíz, el alimento mágico guaraní



Los españoles, valoraron a la mujer guaraní, no sólo por su sensualidad, voluptuosidad y limpieza, sino sobre todo al encontrar en estas tierras una abundante alimentación de sorprendente variedad, cuidada y mimada por las mujeres.

Los primeros europeos que entraron en el mar guaraní, se rindieron ante la evidencia de que las mujeres no sólo sabían parir hijos, sino que tenían también la facultad de hacer crecer las plantas. Fértiles y fecundas como su tierra, fue la causa e inicio del mestizaje.

Para cultivar habían encontrado técnicas sencillas, así como para desarrollar la producción, mejorar la variedad y calidad de las legumbres, conservar y cocer los alimentos.

La planta alimenticia por excelencia fue el maíz. Esta no crece por sí sola; toda creación implica una transferencia mágica de la vida y el poder mágico de la mujer hace germinar el maíz en el mismo sentido que en el ritual funerario de purificación, en beber mate en compañía, la intervención mágica de la mujer transfiere lo aparentemente muerto en nueva vida.

lunes, 18 de julio de 2011

Hoy reinicio de nuevo el blog

Después de un año inactivo, vuelvo al "mar guaraní".

Quedó suspendido este blog en pleno desarrollo del mundial de fútbol, disputado en Suráfrica. Lo reanudo ahora, cuando la competición de la Copa América de fúbtol está más caliente que nunca, a pesar del invierno austral.

Parece un buen augurio. Casi se interrumpió estos escritos con el fútbol y ahora se recrea con el futbol. Que gran pasión eso del balompié.

Alegría en el Paraguay, cuya selección ha superado los cuartos de final. Uruguay, exhuberante también, al eliminar a la siempre favorita selección de Argentina, en un un enfrentmiento casi fraticida.

Víctimas de otras selecciones han sido Brasil y Bolivia. Brasil, de nuevo, la gran derrotada, como Argentina. Las dos grandes favoritas de esta Copa futbolera, abatidas. Han quedado fuera de la alegria final, enfangadas en la gran ciénaga de no estar ni en semifinales.

La esperanza guaraní queda en uno de los dos representantes que aún sobreviven.

Deseo que Uruguay o Paraguay, se alcen con la Copa. O que ambos lleguen a la Final.

Que el comentario futbolero no sea un precedente. Lo prometo. Cuando acabe este circo, volveremos a hablar de mitos del mar guaraní, en su más noble expresión.

Saludos a todos

lunes, 12 de julio de 2010

Muerte, desaparición o acto de antropofagia, de Juan Díaz de Solís -3-


Devorados en un ritual antropófago
En la confluencia del río Uruguay, con el Paraná, en lo que hoy se denomina Punta Gorda, a finales de enero del 1516, un flecha envenenada acabó con la vida de varios de estos expedicionarios. No se sabe que se hizo con los cadáveres de los muertos. Muchos señalan que fueron devorados por los propios atacantes, en un acto caníbal de pura antropofagia ritual. Aunque ahora corren tesis que defienden que estos españoles se quedaron en la zona, y convivieron los nativos.

Lo cierto es que la desaparición de Juan Díaz de Solis obligó a posponer el proyecto en encontrar la salida al Mar del Sur algunos años más.

La expedición, ahora al mando de Francisco Torres, decidió tras la escaramuza -parece que murieron o desaparecieron 10 españoles-, tornar de nuevo a España. Solo dos de las tres naves llegaron a Cádiz, el 4 de septiembre de 1516, tras sufrir una de ellas un naufragio, precisamente en la isla de Yuruminrin, en donde desaparecieron otros 18 expedicionarios, en el viaje de retorno.